Los cenotes son maravillas naturales formadas cuando las cuevas subterráneas colapsan, revelando aguas subterráneas prístinas en rocas de piedra caliza. La Península de Yucatán cuenta con miles de estos cenotes, y Tulum alberga algunos de los más renombrados y únicos.
Las aguas de los cenotes se mantienen refrescantemente frías, procedentes de fuentes subterráneas, lo que los hace perfectos para un baño rejuvenecedor para escapar del calor del sol mexicano. En la antigua civilización maya, algunos cenotes se utilizaban con fines ceremoniales, y se han descubierto artefactos como oro, cerámica e incluso restos humanos y animales en sus profundidades.
Cerca de Tulum, los cenotes se dividen en tres categorías:
Cenotes Abiertos: Estas son cuevas que se han derrumbado por completo, creando piscinas al aire libre bajo el cielo. Nuestros favoritos incluyen el Cenote Carwash y el Cenote Zacil Ha, donde puedes nadar bajo el cielo abierto, disfrutar de agradables temperaturas del agua y encontrar lugares serenos para relajarte junto al agua.
Cenotes Semiabiertos: Mayormente subterráneos, estos cenotes cuentan con pequeñas aberturas en el techo que permiten la entrada de luz y aire fresco. El juego de luces en el agua cristalina debajo los hace particularmente hermosos. Nuestras principales recomendaciones en esta categoría son el Cenote Ik Kil, accesible como parte de una excursión de un día a Chichen Itza, y el Cenote Samula, uno de los cenotes cerca de Valladolid.
Cenotes Subterráneos: Estos cenotes se encuentran completamente dentro de sistemas de cuevas, sin luz natural que llegue al agua. El Cenote Choo-Ha cerca de las ruinas de Coba y el Cenote Xkeken cerca de Valladolid son cenotes subterráneos destacados en la Península de Yucatán.
